UN VIOLADOR EN TU CAMINO
Actualizado: 19 jul 2020
"NO LE TEMO A UN HOMBRE MACHISTA, LE TEMO MÁS A UNA MUJER SEXISTA."
-texto por Shareny López.
"El pasado Sábado 18 de Enero fue un gran día para mí. Aprendí de mujeres desconocidas el valor de la voz, la fuerza, el amor, la sororidad y el respeto. Aunque valientemente hice el llamado a manifestarnos en Plaza de Armas para representar el performance “Un violador en tu camino”, tristemente no esperaba mucho, y digo tristemente porque dudé del poder de mi propia convocatoria. Dudé de las mujeres. Dudé de mi. Y me arrepiento profundamente de ello. Porque aunque muchos pudieron -y lo hicieron- criticarnos por la falta de coordinación, honestamente me vale poco. ¡Lo logramos! Yo sé lo que ví, se lo que vivimos, se lo mucho que nos esforzamos y lo mucho que dolió escuchar a la madre de Marlene Fernanda, víctima de feminicidio. Se el orgullo y la alegría que me dió ver a mujeres unirse en aquella plaza del Centro Histórico De mi Ciudad, a pesar del temor al ridículo, por no saber los pasos, ni la letra. ¡Cómo si la intención de nuestra manifestación fuera ser estrellas de coreografía! ¡Gracias a todas por unirse! Gracias por vencer la pena y alzar su voz para exigir justicia. Es verdad que en el camino escuchamos insultos como “putas”, “locas”, “mujeres sin quehacer”, etc. Pero sus palabras fueron nada en comparación a la respuesta y apoyo recibidos por parte de hombres y mujeres hartos de la violencia y acciones nacidas del patriarcado. La gente que crítica, que insulta, que humilla, son nada, en comparación a la voluntad de hacernos escuchar. He leído de todo en redes sociales, gente sorora y gente odiando, como en la vida real. Afortunadamente ya no le temo al ridículo, ni la crítica, porque la causa es más valiosa que cualquier oposición. Hay gente promoviendo pasividad bajo el argumento de que nuestra manifestación no cambió nada, pero para mí lo significó todo. Lo fue todo. Lo es todo. Las voces que día a día se hacen escuchar han sido mi fuerza para romper el silencio de mis propias historias de abuso y violencia. Mi fuerza para alzar la voz del hartazgo que tengo por el machismo de mis familias. Mi inspiración para no dejarme y poder decir ¡basta ya!. Mi todo para no temer el convertirme en la persona incómoda entre mis amigos y colegas. Mi fuerza para entrometerme cuando veo a una mujer en peligro. Es verdad, no espero que las personas que reencarnan el machismo día a día, cambien. Eso depende de ellos. Lo que si espero y lo que he visto, es que alzando la voz, las mujeres y los hombres aliados, fortalecemos nuestra propia red de apoyo. Porque no estamos solas, no estoy sola. Porque merecemos vivir sin miedo y sin violencia. ¡Carajo. Merecemos vivir! Merecemos respeto y si eso no lo entienden las personas machistas, siento pena por tod@s ell@s, porque lamentablemente creen que el feminismo consiste única y exclusivamente en mujeres que quieren ser iguales que los hombres. Es una tragedia que la gran mayoría de esa gente crea que el feminismo es antihombres. Personalmente quiero compartir mi visión de las cosas, para mí el feminismo es un movimiento para acabar con la opresión sexista. Quiero empezar por ahí. ¡Dejemos que el movimiento vuelva a empezar! Las feministas no nacen, se hacen. Una no se vuelve una defensora de la política feminista simplemente por tener el privilegio de haber nacido mujer. Como en todos los posicionamientos políticos, una se vuelve partidaria de la política feminista por elección y por acción. Eso es lo que pasó el 18 de Enero y lo que seguirá pasando en mi vida. Antes de que las mujeres podamos cambiar el patriarcado, tenemos que cambiarnos a nosotras mismas, tomar conciencia. Entender la manera en que la dominación masculina y el sexismo se expresan en la vida diaria, entender sobre el cómo las mujeres somos acosadas, cómo muchas trabajaban para otros y, en el peor de los casos, cómo ninguna tiene control alguno sobre sus vidas. Algo complicado y difícil, ya que muchas veces el feminismo nos enfrenta a nuestro propio sexismo interiorizado, (hablo por mí). Por otro lado, es cierto que la toma de conciencia feminista por parte de los hombres es tan esencial para el movimiento feminista como aquel que nace de los grupos de mujeres. Aquí, quiero hacer hincapié al título de este texto. Sin los hombres como aliados en la lucha, el movimiento feminista no avanzará. En estos momentos tenemos mucho trabajo por hacer para contrarrestar la idea profundamente interiorizada de que el feminismo es antihombres. ¡El feminismo del que yo quiero ser parte es antisexismo! Porque un hombre que ha renunciado al privilegio masculino y que ha adoptado la política feminista es y iempre será un valioso compañero de lucha; no supone, de ninguna manera, una amenaza para el feminismo. Mientras que una mujer infiltrada en el movimiento feminista, que se sigue rigiendo por el pensamiento y el comportamiento sexista, sí supone una peligrosa amenaza. Como estrategia principal en nuestro día a día, nos queda segui trabajando para unirnos a través de las diferentes razas y clases. Aplicar el pensamiento y las prácticas antisexistas que afirman que las mujeres podemos lograr la autorrealización y el éxito sin establecer relaciones de dominio las unas sobre las otras. Tenemos la buena suerte de saber, y recordar todos los días de nuestras vidas, que la sororidad en la práctica es posible, que la sororidad sigue siendo poderosa. La educación por otro lado también es vital para combatir la información negativa producida en la mayoría de los principales medios de comunicación, ya que ellos seguirán desvirtuando la teoría y la práctica feminista. La mayoría de la gente no entiende las innumerables maneras en las que el feminismo ha cambiado nuestras vidas de forma positiva. Compartir el pensamiento y la práctica feminista es una práctica legítima que sostiene al movimiento. Hay que resaltar que los saberes feministas son para todo el mundo, aunque pocos lo entiendan."
Shareny López.